¿La salud digital, pieza clave en la nueva normalidad post Covid-19?

15/05/2020
salud digital post covid-19 Foto: National Cancer Institute en Unsplash

No se nos escapa que la Covid-19 está cambiando y provocará cambios importantes en la nueva normalidad en el futuro inmediato. Estos cambios impactarán en muchos aspectos de la vida individual de las personas, pero también en muchos ámbitos de la vida colectiva. El manejo de la salud no es precisamente una excepción. Desde hace unas semanas los diferentes sistemas de salud de muchos países y territorios se han visto forzados a reorganizarse, a reestructurarse de alguna manera, a reinventarse en algunos aspectos. Es más que probable que algunos de los cambios que se han iniciado no sean sólo una solución de emergencia, sino que produzcan cambios profundos en el sí del sistema sanitario en su globalidad, pero también en cómo manejamos nuestra salud las y los ciudadanos. ¿Qué papel tendrá la salud digital post Covid-19? Reflexionamos sobre ello desde el màster en Salud Digital/eHealth.

La presencia de la salud digital post Covid-19

Hace algunos años que se plantea la necesidad de que se produzca un cambio de paradigma en el manejo de la salud, pero son muchas las barreras que había que vencer. Se estaban haciendo pasos importantes y algunas organizaciones estaban bastante preparadas para la transformación digital. Sin embargo, los cambios, y más aún los cambios sistémicos, son duros, generan catarsis y precisan de mucha inercia para que consigan implantarse de forma generalizada. La crisis generada por la Covid-19 ha acelerado todo el proceso de forma poco esperada. La salud digital ha desempeñado un papel clave en muchos momentos y se ha puesto en primera línea en numerosas ocasiones. De alguna manera, la salud digital ha pasado de ser “la eterna promesa” a entrar a formar parte indiscutible en el día a día de muchos profesionales de la salud, pacientes, cuidadores, familiares… de la sociedad en general. Al mismo tiempo se ha puesto de manifiesto que queda mucho camino por recorrer. A menudo las herramientas ya las tenemos preparadas, pero el cómo se incrustan en un proceso asistencial y cómo se consigue que su uso se generalice son aspectos que conviene discutir.

Un nuevo paradigma de comunicación entre personal sanitario y pacientes

Las interacciones entre pacientes y sus familiares estas últimas semanas, sí o sí, han tenido que ser a través de herramientas digitales. Gran número de las relaciones médico-paciente en el entorno de la atención primaria se han hecho a través de consultas telefónicas o bien mediante el uso de las herramientas digitales de las que ya dispone el sistema. La comunicación, ya sea entre médico y paciente, entre pacientes y familiares, o bien entre profesionales sanitarios, no puede ser la misma si es digital o analógica. Hay que aprender estrategias y desarrollar las competencias necesarias para que el mensaje que se quiera transmitir llegue de forma empática y tan asertiva como sea posible. Esto requiere de reflexión, análisis y práctica. No se trata de hacer lo mismo que hacíamos antes pero ahora utilizando un teléfono o una tablet, se trata de cambiar cómo nos comunicamos. A menudo esta comunicación es un elemento del proceso asistencial. En la era de la salud digital post Covid-19 es importante plantearse cómo se llevará a cabo la monitorización de personas enfermas crónicas o de pacientes ingresados en los hospitales una vez sean dados de alta. ¿Cómo serán nuestros hospitales? ¿Las y los pacientes deben estar más o menos tiempo hospitalizados? ¿El uso de las herramientas digitales nos permitirá hacer un seguimiento más eficaz y continuado de pacientes sin necesidad de estar fuera de sus entornos habituales, siempre que no se esté produciendo una situación grave? 

No se trata de hacer lo mismo que hacíamos antes pero ahora utilizando un teléfono o una tablet, se trata de cambiar cómo nos comunicamos

La APPs de salud, una herramienta con margen de mejora

Las aplicaciones que los diferentes sistemas sanitarios han desarrollado en tiempo récord son herramientas para tener en cuenta de cara al manejo de futuros brotes epidémicos y para mejorar el autodiagnóstico y la alfabetización en salud de la población. Sin embargo, han generado mucha controversia. Se han analizado diferentes posibilidades tecnológicas para poder llevar a cabo el seguimiento de contactos sin que ello conlleve la pérdida del anonimato de los usuarios de estas aplicaciones. A nadie se le escapa que, en el momento actual, los datos son una fuente de negocio indiscutible, a la vez que constituyen una herramienta muy atractiva para ciertos gobiernos con el fin de controlar a la población. Por otra parte, en un mundo global en el que, al menos hasta mediados de marzo, la movilidad de personas de punta a punta del planeta era bastante habitual, el seguimiento de los contactos deja de ser un asunto limitado en el territorio y pasa a tener dimensiones globales. Esto conlleva otros problemas relacionados con la falta de estándares y de estrategias o herramientas comunes entre los diferentes territorios. Existen ya iniciativas que intentan desarrollar aplicaciones versátiles que puedan adaptarse a la realidad de cada sistema sanitario, pero no se trata de un asunto de fácil solución. 

La inteligencia artificial y el big data en la salud digital

Finalmente, otro elemento que ya hace tiempo que resulta muy atractivo para el manejo de la salud, ya sea individual o poblacional, es la inteligencia artificial. Su uso resulta aún limitado, pero a medio plazo es probable que sea un coadyuvante muy importante en las tareas asistenciales, en la planificación de los servicios sanitarios o bien en el propio control de los factores de riesgo. Sin embargo, no hay que olvidar que para ello es importante disponer de muchos datos y de datos buenos. Durante la gestión de la pandemia se ha visto claramente que no es un asunto banal la recogida, gestión y presentación de los datos. Son aspectos que no son tan objetivos ni determinantes como puedan parecer y es importante disponer de los mecanismos y los profesionales suficientemente competentes para recoger estos datos y presentarlos de manera que sea relativamente fácil tomar decisiones basadas en muchos datos buenos. 

La salud digital en la nueva normalidad

Así pues, la respuesta es ¡Sí! En la nueva normalidad la salud digital será una pieza clave y habitual pero hay que invertir esfuerzos y recursos para vencer los cuatro grandes retos que plantea: 

  • Dotar a las y los profesionales de diferentes disciplinas con suficientes capacidades y conocimientos para que faciliten su uso e implementación.
  • Disponer de herramientas válidas, fiables, coste-efectivas
  • Repensar los procesos comunicativos, asistenciales, de alfabetización en salud de la sociedad, de alertas sanitarias.
  • Y finalmente incrementar la investigación en salud digital, para poder identificar cuáles son las estrategias que aportan valor a los ciudadanos y al sistema de salud.
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Autor / Autora
Carme Carrion Ribas
Subdirectora en Investigación de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Investigadora del grupo eHealth Lab
Comentarios
Miguel21/05/2020 a las 11:00 AM

Hola Carme, gracias por su artículo,

llevo años tele trabajando, es por esto que el COVID no me ha afectado en exceso. Si bien, estaba acostumbrado a combinar tele trabajo con viajes de negocios cada dos semanas. Esto si lo llevo peor, siempre un buen balance entre home based y actividad externa es lo mejor.
Eso que describo no es lo que le ha pasado todo el mundo, hay muchas personas que han empezado a tele trabajar hace un par de meses. Teletrabajo, por experiencia, al final se traduce en trabajar más y en no desconectar del todo. Si esta tendencia forzada de teletrabajo continua por mucho tiempo, no crees que esto puede afectar muy negativamente a nivel psicológico en esta población recién llegada a esta modalidad de trabajo?

Saludos.

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Alberto D.25/05/2020 a las 9:32 PM

Es un concepto muy nuevo para mí y eso que estoy familiarizado con las herramientas digitales. Estaré atento a las propuestas.
Gracias, buen artículo.

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Núria P13/06/2020 a las 3:13 PM

Otro reto que hay que vencer es la lucha contra la infoxicación!

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rosa frias moreno14/06/2020 a las 4:09 PM

Con esta propuesta, si que vendría a sacudir el pensamiento antiguo relacionado con la atención en salud, y de la población que demanda estos servicios

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Villie Morocho18/06/2020 a las 12:08 PM

Es una realidad que la promoviamos hace años unos pocos, pero que recibe el empuje «a las malas» de una pandemia. A veces, las crisis nos hacen pensar, reflexionar y sacan de nosotros lo que en la comodidad previa era difícil de aceptarlo. Necesitamos asegurar que el cambio iniciado sea mantenido, adecuado, estudiado, consensuado y que aporte de la mejor forma posible a un sistema de salud, para evitar en un futuro los problemas que fueron muy malas noticias en la atención COVID.

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